Los comerciantes prevén crear una asociación ante la crisis

Será el segundo paso tras la creación de una guía comercial y de servicios, ya aprobada. Andrés Portero BERANGO. Corren malos tiempos para la actividad comercial debido a la crisis económica. Por ello, el Ayuntamiento de Berango pretende potenciar el comercio local, por lo que está impulsando, a través de una iniciativa del Behargintza de la Mancomunidad de Uribe Kosta, una serie de reuniones. La finalidad es que los profesionales del sector conozcan todas las posibilidades que les ofrece el Centro de Empleo. Entre las posibilidades más reales está la creación de una asociación de comerciantes local para revitalizar el sector, según ha confirmado a DEIA la alcaldesa. Las reuniones entre las partes proseguirán este mes. Los primeros contactos entre los integrantes del sector y los responsables del Centro de Empleo ya han servido para impulsar la creación de una guía comercial. "Era una de las preocupaciones que tenían. La guía servirá para que los vecinos sepan qué tipo de comercios tienen, porque a veces no recurren a ellos por desconocimiento", afirma la máxima autoridad municipal. La jeltzale Anabel Landa asegura que "la respuesta de los comerciantes ha sido ejemplar y se ha ampliado la iniciativa a la hostelería y el sector de servicios. Estamos muy interesados en llevar adelante la iniciativa", apostilló. El otro paso propuesto es la creación de una asociación de comerciantes que canalice las propuestas y preocupaciones del sector, para convertirse en un interlocutor que esté en contacto con la Administración local, tal y como sucede en localidades cercanas como Getxo, donde Ayuntamiento y comerciantes están trabajando de forma conjunta para dar solución a la crisis que atraviesa últimamente el comercio minorista. "La idea que se está barajando es convocar una reunión al mes cuando menos, aproximadamente. La siguiente tendrá lugar el próximo 18 de mayo, a las 20.30 horas, en el Aula de Cultura de Berangoeta", explicó la alcaldesa. "La iniciativa ha calado en el sector, pues algunos comerciantes han descubierto que cuentan con una serie de servicios que hasta ahora desconocían. Unos ejemplos son la posibilidad de asistir a cursos de formación dirigidos a los comerciantes, el asesoramiento para gestionar subvenciones o la posibilidad de intermediación laboral", explicaron desde el Behargintza de Uribe Kosta. Necesidad de un trabajo conjunto La situación de crisis galopante que está sufriendo la economía mundial en los últimos meses ha acrecentado la mala situación del comercio minorista, que, a los cambios de hábitos de compra perceptibles desde hace años en favor de las grandes superficies, suma ahora una mayor contención del gasto familiar. La única manera de luchar para levantar el sector comercial minorista es el trabajo conjunto entre la Administración local, la más cercana, y los comerciantes. Así lo han visto en Getxo. Y esta visión se amplía ahora a Berango. "Creo que la alcaldesa se está implicando mucho. Se preocupa y nos anima. Es estupendo que haya iniciativas así y que tengamos en el futuro una asociación", ha explicado Gloria Maldonado, responsable de la Clínica Veterinaria Berango. Esta comerciante local se ha mostrado muy satisfecha con el trabajo desarrollado conjuntamente con el Ayuntamiento porque "hay cosas que se pueden hacer sobre las que no estaba informada, como los modelos de asociaciones existentes, las subvenciones a las que se pueden optar o los cursos de formación, por poner unos ejemplos", concluyó. >A. P.

Segundo Meabe 'cocina' el mejor pastel vasco

BERANGO. No hay quien pueda con él. Es Segundo Meabe, que ayer se alzó con el triunfo en el XI Campeonato de Euskadi de Pastel Vasco, en el marco de la Feria Agrícola y Artesana de Berango, en el parque de Moreaga; una cita a la que asistieron 6.000 personas, el doble que el año pasado. El artesano alavés sumó así su tercera victoria consecutiva en este campeonato, organizado por el grupo de danzas Simón de Otxandategi, en colaboración con el Ayuntamiento. Pese a la ilusión, Segundo se mostraba realista: "Con los premios no se come", aseguró a DEIA Meabe. Su obsesión es "intentar mejorar cada vez que se hace un pastel, no creer que por ganar unos concursos has pisado la luna; hay que intentar ofrecer un buen producto cada vez que cocinas". Meabe vendía su pastel a 11 euros. Cuando la gente supo que se había alzado con el triunfo, apenas le quedaban ya pasteles. "Y eso que este año me he venido con el doble que el año pasado". En segundo lugar, a una distancia considerable, se clasificó Maite Ereño, de Amurrio; seguida de Labegur, de Berriatua, y de Enrique Gaztaka, de Laudio. El jurado valoró la textura, la presencia y el sabor de los pasteles presentados. "Ha habido de todo, algunos muy buenos y algún otro, muy malo. Eso sí, en la presencia se ha avanzado mucho respecto al año pasado", explicó Felipe Campos, miembro del jurado. "Habría que cuidar más la cocción del pastel. Cocerlo más en el centro", indicó Jesús Llona Larrauri, otro de los miembros del jurado, quien compartió deliberaciones con su esposa, Argiñe Badiola. La concejala de Cultura de Berango, Izaskun Zubiaur, también formó parte del jurado. "La feria ha sido un éxito. La asistencia ha sido fenomenal, como las ventas", indicó. La feria, a la que también asistió la alcaldesa de Berango, Ana Landa, ofreció múltiples propuestas artesanas, desde los trabajos en madera del Aula de Cultura local a los baberos de Idoa Bilbao, pasando por los platos pintados a mano de Patricia Rapson, de Gatika. "Tienen una pintura especial para porcelana. He vendido todos los que he traído, a 8 euros la pieza", indicaba, mientras aseguraba que "yo no he notado la crisis". Cerca de ellas resaltaban unas preciosas botellas de vidrio y el trabajo con flores de la bilbaina María Victoria Rico. Como curiosidad, unos ramos realizados con fieltro y coronados con chupa chups, obra de Mirembre Rubianes, y, en el otro extremo, los kaikus más tradicionales de Edurne Abad, de Sopuerta. "Valen 135 ó 125 euros, según sea la mezcla de colores de la ikurriña", aseguraba. Tampoco decayó la gastronomía. Además de las dificultades que había para acercarse a la txosna para comprar txakoli o un talo con chorizo, Patxi Renteria, de Bakio, hizo la mañana con sus productos de chacinería. Txistorra, lomo adobado... todo se vendió bien porque "el producto es artesano, de calidad, está bien presentado, es higiénico y además, tiene precio de carnicería", indicaban.

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