| "La crisis económica también está afectando al arte, especialmente al más joven" |
| Basajaun, galtzagorris y lamias reciben a los escolares del colegio de Berango-Merana desde un mural pintado por el artista Endika Basaguren, berangotarra que estudió Bellas Artes en la UPV de Leioa antes de ir "a buscarme la vida y hacer el doctorado" en Madrid |
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| Andrés Portero |
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¿Cómo surgió la idea de realizar el mural?
Fue un encargo del Ayuntamiento de Berango que deseaba que tuviera una cierta continuidad con el anterior mural que hice en el perímetro del colegio, hace aproximadamente unos cuatro años. En aquel, también aparecían niños, pero jugando al fútbol y en columpios. Son siluetas, pero con cambios de luz, ya que les muestran de día y de noche
Previamente, hizo otro en la biblioteca ¿no?
Sí, en la infantil nueva, la del Aula de Berangoeta. En esa ocasión, quise mostrar una alegoría sobre los cuentos infantiles. Muestra a un niño que está leyendo y salen del libro personajes diversos como Caperucita, el Gato con Botas, unos cuantos piratas... Traté de mostrar en el mural la magia de la lectura, ¿sabe?
En este último mural, ¿qué indicaciones le dieron desde el Ayuntamiento de Berango?
Antes de empezar con este último mural, me dijeron que tenían que ir en él siluetas en blanco y en negro. No me dieron más indicaciones. Bueno, sí, una más, que tenía que tener relación con la infancia, ya que no deja de ser un colegio donde está ubicado.
La idea de plasmar en la pared del colegio Berango-Merana varios personajes reconocibles de la mitología vasca es suya, entonces. ¿Me equivoco?
No, es así. Al ser una ikastola el espacio que acogería el mural, se me ocurrió. Metí el Basajaun, como si fuera el maisu que recibe a los niños al llegar y les da la bienvenida al centro escolar. Y luego, creé también alumnos, galtzagorris, lamias...
¿Cómo han reaccionado los txikis ante la obra?
Bien, algunos ya conocían a los personajes, otros preguntaban qué era cada uno. Y han mostrado mucho interés porque pinté el mural con ellos enredando por ahí. Todavía no tenían vacaciones. Mi idea era que los personajes pintados aparecieran como sombras, en blanco y negro, para que sean anónimos y cualquiera pueda sentirse identificado con ellos.
¿Cuánto tiempo le costó concluir el mural?
Aproximadamente, en torno a una semana de trabajo. Tiene una superficie de más de cien metros cuadrados ¿eh?
Por lo que cuenta, los tres murales son figurativos.
Es lo que me piden aquí, en Berango, obras destinadas a críos. No creo que aceptaran propuestas más abstractas.
¿Le da para vivir su arte?
En ello ando. En Madrid hice algunas escenografías para obras de teatro y, ahora que he regresado, sigo organizando algunas exposiciones. Y tendré que dar algunas clases, próximamente. He hecho muestras en diversas ciudades europeas y en Estados Unidos. Y en la plataforma Getxoarte, que funciona muy bien, también he participado. Es una buena iniciativa para apoyar a la gente más joven y con ideas rupturistas, ésas que no lo tienen fácil para acceder al mercado más tradicional.
¿Realmente, iniciativas como Getxoarte sirven de algo?
Sí, da más posibilidades de que te conozca la gente porque apareces en un catálogo importante y te vienen a ver galeristas. Sí te abren puertas en las galerías a la hora de vender tu producto.
Creo que no sólo se dedica a la pintura.
Exacto, hago también escultura y fotografía, realizada siempre con una visión pictórica y artística. En la escultura, soy bastante realista, al contrario que en la pintura, que, exceptuando los murales, suele ser abstracta. También hago instalaciones. Como ve, de lo más moderno a lo más tradicional, de todo un poco. Depende del momento y del lenguaje que desee utilizar para contar mis emociones. El arte es un modo de expresión, como la escritura, y te permite diferentes canales para hacerlo.
Creo que expone una serie de fotografías estos días en Getxo.
Sí, en Las Arenas, en una tienda. En ellas, muestro la doble vida que tenemos las personas, algo parecido a lo que hice en el último Getxoarte, donde hice relecturas de cuadros antiguos. En Las Meninas puse un grupo de travestidos, en El nacimiento de Venus salía de un cubo de plástico en medio de Madrid... Ahora, muestro a gente que puede ser muy seria en su trabajo, pero que luego se traviste y se pone una boa roja. Trabajo la fotografía siempre en color.
¿Las paredes de la calle o de una galería de arte?
!!Uff!! No sabría qué decir porque disfruto con ambas. Tiene más impacto y te ve más gente cuando trabajas en la calle. A las galerías se acerca poco público.
¿Se están notando los efectos de la crisis en el sector?
Un montón, ahora se vende mucho menos arte, si exceptuamos las grandes firmas. Nos afecta más a quienes estamos empezando. Está un poco más complicado todavía.
Creo que también realiza algún trabajo de tipo solidario.
Bueno, los integranes de la Organización No Gubernamental Tierra de Hombres me pidieron un cuadro en plan colaboración, para venderlo luego, pero bueno... Ha sido una cosa puntual. Cuando se está justo y cuesta salir adelante, no es fácil mostrarse solidario.
